El riesgo sísmico en España
La
península Ibérica está situada en el límite occidental entre la placa
Euroasiática y la placa Africana. Esta localización la lleva a estar sometida a
dos tipos de tensiones: una derivada del movimiento lateral de las dos placas a lo largo de la falla
Azores-Gibraltar (esfuerzos laterales o de cizalla) y otra frontal en la
zona de colisión de las placas Eurasia y África (esfuerzos compresivos).
La
zona de colisión afecta principalmente a la zona sur y sureste de la península Ibérica,
en la línea que va de Granada al sur de Alicante. En esta región es donde se registra el mayor
índice de actividad sísmica y donde han tenido lugar los terremotos más
destructores en España, terremotos ligados a las fallas activas producidas
durante el levantamiento de las cordilleras Béticas. Estas zonas se
caracterizan por un riesgo medio-alto (alto en Granada), ya que predominan los terremotos
de magnitud intermedia, estimándose en 100 años el período de retorno para
terremotos de gran magnitud (mayor de 6 en la escala de Richter). El riesgo en Murcia
Otra zona de
riesgo medio-alto se localiza en los Pirineos,
donde existen varias fallas activas producidas por el levantamiento de esta
cordillera durante la obdución de la microplaca Ibérica con la Euroasiática.
Las zonas con riesgo medio se localizan alrededor de las zonas de riesgo alto, así como en el noroeste (Galicia) provocado por una falla especialmente activa situada en la zona, y en el suroeste de
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